Cátedra Literatura Española II, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires

Cátedra Literatura Española II, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires

domingo, 26 de agosto de 2012

Poesía y música


A través de la música, la poesía del Siglo de Oro tenía su más amplia difusión en toda la sociedad de la época.

A mediados del siglo XVI los autores y músicos cultos recuperaban los romances tradicionales; se imprimían en colecciones de romances y componían con ellos música para los ambientes cortesanos.

Podemos verlo en estos ejemplos de romances de tema morisco que nos muestran el ambiente donde también tuvo éxito El Abencerraje y la hermosa Jarifa.

"Paseábase el rey moro" 
Romance de la pérdida de la Alhama (Anónimo)
Música de Luis de Narváez 
(Los seys libros del Delphin de música de cifras para tañer vihuela (Libro V), Valladolid - 1538).




Paseábase el rey moro
por la ciudad de Granada,
desde la puerta de Elvira
hasta la de Vivarrambla.
–¡Ay de mi Alhama!

Cartas le fueron venidas
que Alhama era ganada.
Las cartas echó en el fuego,
y al mensajero matara.
–¡Ay de mi Alhama!

Descabalga de una mula,
y en un caballo cabalga,
por el Zacatín arriba
subido se había al Alhambra.
–¡Ay de mi Alhama!


Como en el Alhambra estuvo,
al mismo punto mandaba
que se toquen sus trompetas,
sus añafiles de plata.
–¡Ay de mi Alhama!

Y que las cajas de guerra
apriesa toquen el arma,
porque lo oigan sus moros,
los de la Vega y Granada.
–¡Ay de mi Alhama!

Los moros que el son oyeron,
que al sangriento Marte llama,
uno a uno y dos a dos
juntado se ha gran batalla.
–¡Ay de mi Alhama!

Allí fabló un moro viejo,
de esta manera fablara:
–¿Para qué nos llamas, rey?
¿Para qué es esta llamada?
–¡Ay de mi Alhama!

–Habéis de saber, amigos,
una nueva desdichada:
que cristianos de braveza
ya nos han ganado Alhama.
–¡Ay de mi Alhama!

Allí fabló un alfaquí,
de barba crecida y cana:
–Bien se te emplea, buen rey,
buen rey, bien se te empleara.
–¡Ay de mi Alhama!

–Mataste los Bencerrajes,
que eran la flor de Granada;
cogiste los tornadizos
de Córdoba la nombrada.
–¡Ay de mi Alhama!

–Por eso mereces, rey,
una pena muy doblada:
que te pierdas tú y el reino,
y aquí se pierda Granada.
–¡Ay de mi Alhama!


♦♦♦

"De Antequera sale el moro"
Romance del moro de Antequera (Anónimo)
Música de Cristóbal de Morales / Miguel de Fuenllana (Libro de música para vihuela, intitulado Orphénica Lyra, Sevilla, 1554).




De Antequera sale el moro,
de Antequera se salía,
cartas llevaba en su mano,
cartas de mensagería.

Encontrado ha con el rey,
que del Alhambra salía:
–¿Qué nuevas me traes, al moro,
de Antequera esa mi villa?.

–De día le dan combate,
de noche hacen la mina;
si no socorres al rey,
tu villa se perdería.


♦♦♦

Otro ejemplo del siglo siguiente, el XVII, son las danzas cantadas como las seguidillas de tradición popular que aparecen recogidas en cancioneros cortesanos.

Por ejemplo las seguidillas en eco "De tu vista celoso", de autor y compositor anónimo, que figura en el Cancionero de la Sablonara (ca. 1625)





De tu vista celoso
passo mi vida,
que me da mil enojos - ojos
que a tantos miran.

Miras poco y robas
mil coraçones,
y aunque más te retiras - tiras
flechas de amores.

Para que no nos falte
plata y vestidos,
las mugeres hagamos - gamos
nuestros maridos.

¿Para qué quieres galas
si honor pretendes?.
Mira que son las galas - alas
para perderte.

Acostándose un Cura
muerto de frío,
dixo entrando en la cama - Ama
veníos conmigo.

Las doncellas de ogaño
son como duendes,
que buscando doncellas, - ellas
nunca parecen.

¿Como quieres, morena,
amor constante,
si tu de la mugeres - eres
la más mudable?

¡Ay, no me deis más penas
con vuestros celos,
que seréis mis enojos - ojos
y no mis cielos!

♦♦♦

Otro buen ejemplo del siglo XVII puede ser este "tono humano" del compositor y cantante José Marín (1618-1699)



[Estribillo]

No sé yo cómo es,
pues quiero y no quiero
y quisiera querer.


[Coplas]

Yo siento un no sé qué diga,
ansiosso de helar y arder,
que con él no acierto a estar
y no puedo estar sin él.

No sé yo cómo es.

Una atención descuydada,
un temor que ygnora ley,
un sacrificio sin culto
y una adorazión sin fe.

No sé yo cómo es.

Un no escuchar, un oyr
sin sobresalto el desdén;
ser más cuydado el descuydo
y dudar para creer.

No sé yo cómo es,
pero si lo lo sé,
que quiero y no quiero
y quisiera querer.

Qué desaliñada flecha
hirió el corazón cruel,
que me halaga siendo mal
y atormenta siendo bien.

Que quiero y no quiero
y quisiera querer.

Las sinrazones de Lisi,
hermosa quanto ynfiel,
quieren estorbar la yra
y acusan la sencillez.

Pues quiero y no quiero
y quisiera querer.

Miro sin odio la culpa
y con odio alguna vez;
huyo el peligro y le busco,
y sólo llego a temer.

Que quiero y no quiero
y quisiera querer.

No sé yo como es,
pues quiero y no quiero
y quisiera querer.


♦♦♦

En un post de 2010, dimos otros ejemplos relacionados con La Diana de Montemayor.

lunes, 20 de agosto de 2012

Congreso de la Asociación Internacional de Hispanistas en Buenos Aires



El próximo congreso de la Asociación Internacional de Hispanistas (AIH) se realizará en la ciudad de Buenos Aires en julio de 2013.

Aquí está la página oficial del congreso con más datos y toda la información necesaria para la inscripción.